• PAN BRIOCHE
  • 180 GR DE CARNE DE VACA MADURADA
  • CHEDDAR AHUMADO
  • CARRILLERA DE VACA A LA BRASA
  • SALSA DANTESCA
  • LOTUS CRUNCH
  • Aquí empieza la condena más dulce.
    Entre los pliegues dorados de un pan brioche —suave como piel de ángel caído— reposa el corazón del pecado:
    180 gramos de carne de vaca madurada, jugosa y sangrante,
    sellada en la lujuria del hierro ardiente.

    Sobre ella, el susurro del deseo se funde en cheddar ahumado,
    que se derrite como los cuerpos en un abrazo prohibido.
    Y coronando esta danza de excesos,
    carrillera de vaca a la brasa,
    tierna y oscura como un secreto en la penumbra.

    Todo es abrazado por una salsa dantesca,
    elixir infernal que quema lento,
    y sellado con un final crujiente de Lotus,
    dulce traición que deja al alma pidiendo más.

    Aquí no se come. Se peca.
    Bienvenido al círculo del placer eterno.
    Y recuerda: los que aquí entran,
    pierden el cielo… pero ganan el hambre.